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El terrorismo contra Cuba

 

El pueblo cubano ha sido agredido durante más de medio siglo por las mafias terroristas de Miami, que ahora tienen ramificaciones a lo menos en Nueva York, Puerto Rico, Guatemala, y últimamente en Madrid y Cantabria, con dineros financiados por la USAID (Agencia Internacional de Desarrollo de EEUU).

Los protagonistas de estas agresiones son organizaciones que tienen base en Miami y de las cuales las más reincidentes han sido “Alfa 66”, “Fundación Nacional Cubano Americana” (FNCA), “Hermanos al Rescate”, “Comandos F-4”, “Militares y Profesionales por la Democracia”, el PUND (“Partido Unidad Nacional Democrática”), el “Ejército Nacional Cubano de Liberación”, el “Directorio Insurreccional Nacionalista” (DIN), el “Comandos L”, el “Ejército Armado Secreto”, “Comandos de Liberación Unidos”, un grupo llamado "Flotilla", el “Frente Nacional Presidio Político Cubano”, el “Brigada 2506”, el “Movimiento de Recuperación Revolucionaria” (MRR), el “Nueva República”, la “Célula Patria y Libertad”, "Proyecto Cuba-Gobierno Provisional" y muchas otras organizaciones, también inspiradas por posiciones anexionistas, cuyas oficinas y cuarteles son ubicables en Florida, y que además tienen el vínculo común de ser generosamente financiadas y adiestradas por la CIA, tal como vino ocurriendo en Chile durante los años previos al golpe de estado de 1973.

Estas acciones violentas se producen una media docena de veces en el año, y consisten en infiltraciones armadas a la isla, con desembarcos clandestinos en muy variados puntos de las costas cubanas, con armamentos de guerra como subfusiles de asalto, ametralladoras, pistolas, granadas; estos armamentos tienen diferentes procedencias de fabricación; explosivos basados especialmente en pentrita (de muy alto poder expansivo), cápsulas detonantes, equipos sofisticados para visión nocturna, mecanismos eléctricos de detonación, mecha lenta, miras telescópicas, cartas topográficas, equipos de radio de tecnología muy moderna, manuales para el armado y activación de bombas, junto a otros elementos de logística y apoyo apropiados para fuerzas en combate.

La actividad de sabotajes apunta a lesionar la economía mediante la colocación de explosivos especialmente en fuentes de producción, en refinerías de petróleo y centros de turismo, ametrallamiento a objetivos militares y civiles desde lanchas rápidas, ataques armados desde el mar a hoteles, especialmente de Varadero y Cayo Coco; también han sido blancos de ametralladoras los hoteles Meliá Cohiba, Nacional, Capri, Sol Palmeras, Tritón, Copacabana, Chateau Miramar, empresa Havanatur, atentado de incendio contra el Cabaret Internacional Tropicana, bomba incendiaria en La Bodeguita del Medio en Habana Vieja, y bombas incendiarias que han destruido cientos de cañaverales. Son numerosos los arrestos de elementos llegados al país a cometer un atentado.

Avionetas que despegan de Florida y violando el espacio aéreo de la Isla cometen agresiones de tipo biológico, la agricultura y el sector pecuario; en ocasiones lanzando panfletos subversivos y otras veces fumigando enfermedades contra la población, o contra la siembra y el ganado; hasta ahora lo han logrado ya con el Dengue, la Conjuntivitis Hemorrágica, la Fiebre Porcina, el Moho Azul del tabaco, y el Thrip Palmi Karny (un insecto que daña la agricultura), entre otras epidemias y plagas esparcidas desde naves livianas Cessna o Pipper, que luego regresan a Florida.

Para reforzar el bloqueo económico de EEUU. del cual el pueblo cubano es víctima desde hace más de medio siglo, ametrallan a barcos que son conocidos porque traen o llevan comercio de Cuba, o se les ataca con cargas de explosivos; en estas acciones se opera desde lanchas rápidas y avionetas civiles, o cuando la nave está en un puerto antes de llegar a Cuba. Delincuentes de paso, entran a Cuba reclutados por las mencionadas organizaciones y atentan con bombas contra los medios de turismo y de transporte. Por ejemplo los casos que han afectado a la empresa Transtur y las bombas que en reiteradas ocasiones han colocado en los halls centrales de los hoteles, generando terror en los turistas para deprimir dicha actividad, principal mástil de la economía isleña.

Los incendios a escuelas, las agresiones aéreas, los actos de piratería, los asesinatos, los daños a la economía, la colocación de explosivos, las quemas de viviendas, y otras actividades con esta misma conducta retratan a los dirigentes mercenarios contra el pueblo cubano. Las traen a la Isla organizaciones y bandas contrarrevolucionarias como: La Rosa Blanca, Línea Segura, Unidad Revolucionaria, Movimiento 30 de Noviembre, Frente Democrático Revolucionario, Rescate Estudiantil… todas de esencia criminal que apoyaron bandas del Escambray e intentos de asesinatos contra Fidel.

Se insta por radios que trasmiten desde aviones a toda acción contra el proceso revolucionario, motivando a la subversión, al atentado contra los dirigentes y personeros de Gobierno, especialmente a los de más alta investidura. Se intenta familiarizar a los cubanos con términos como “ajusticiamiento de comunistas”. Son además numerosas las veces que se ha detectado hasta ahora planes en marcha para eliminar a la primera autoridad del Estado.

Los nombres de los terroristas más recurrentes, con frecuencia coinciden con los de las mafias de narcotráfico, y los sicarios de éstas organizaciones suelen buscar sus dólares en ambas esferas: Gustavo Rodríguez Sosa, Tomás Ramos Rodríguez, Eduardo Díaz Betancourt, Daniel Santovenia Fernández, Pedro Álvarez Pedroso, Guillermo Casasús Toledo, Miguel Hernández, Jesús Areces Bolívar, Rigoberto Acosta Díaz, José Méndez Mirabal, Rafael Carrera Manso, Mario García Rubalcava, José Benito Menéndez Del Valle, Irello Marcelino Barroso Medina, Armando Sosa Fortuny, Lázaro González Caraballo, Pedro Guisao Peña, José Ramón Falcón González, Jesús Manuel Rojas Pineda, Miguel Díaz Bouza, Humberto Real Suárez, Santos Armando Martínez Rueda, José Enríquez Ramírez Oro, Marcelino Rodríguez Vázquez, Joel Cano Díaz, Efraín Roberto Rivas Hernández, Walter Kelsey Van Der Veer, Pedro Pablo Pulido Ortega, Noel Ramos Rojas, Francisco Chávez Abarca, Raúl Ernesto Cruz León, Otto René Rodríguez Llerena, Jorge Venancio Ruiz, Marlon Antonio González Estrada, Nader Camal Musalam Barakat, María Elena González Meza, Ernestino Abreu Horta, Vicente Marcelino Martínez Rodríguez, Ihosvani Surís De La Torre, Santiago Padrón Quintero, Máximo Pradera Valdés, Santiago Álvarez Fernández-Magriña, Nelsy Ignacio Castro Matos, Rubén Darío López Castro, Luis Posada Carriles, Guillermo Novo Sampol, Gaspar Jiménez Escobedo, Pedro Crispín Remon Rodríguez, Nader Kamal Musalam Barakat, Gaspar Jiménez Escobedo, Roberto Martín Pérez, Frómeta Caballero, Fausto Marimón, Luis Zúñiga Rey, Higinio Díaz Anné, Eduardo Arocena, Orlando Bosch Ávila, Pedro Remón Rodríguez, Orestes Ruíz, Gustavo Castillo, Francisco Chávez Abarca, (casi todos son ubicables en internet), y muchísimos otros, también propugnadores de los planes anexionistas del imperio; se ufanan públicamente de sus crímenes, porque dicha actitud les valida socialmente en el ambiente lumpenesco en que se mueven al sur de Florida.

Pero desde la Casa Blanca y desde la prensa imperialista regalona de la USAID se refieren a ellos como los disidentes”, los “luchadores idealistas”, o “luchadores por la libertad”, “periodistas independientes”, y si caen presos les llaman “presos políticos”, aún cuando son atrapados en acción, algunos son reincidentes, y muchos de sus actos criminales han terminado con la vida de trabajadores, pasajeros de transportes, mujeres, soldados, turistas, pescadores, profesores y hasta niños en Cuba.

Ha habido gobiernos que colaborando con el terrorismo, han entrabado el cumplimiento de la justicia; la ex Presidenta de Panamá, Mireya Moscoso. En el año 2004, seis días antes de terminar su mandato, encabezó un escándalo internacional de proporciones, al indultar al famoso criminal Luis Posada Carriles, a Gaspar Jiménez, Pedro Remón y Guillermo Novo Sampol, todos ellos de dilatada trayectoria en esta actividad, capturados en Panamá, y acusados de intentar asesinar al entonces Presidente Fidel, durante su visita a ese país con motivo de la Cumbre Iberoamericana.

EEUU. aumenta cada año los fondos instituidos para financiar esta intervención ilegal contra Cuba, con los mercenarios de la subversión reclutados por la fanática Fundación Nacional Cubano Americana (fundada por Reagan y potenciada por Bush). Desafía así la resolución 1373 del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, que llama a todos los estados a abstenerse de organizar o apoyar actos terroristas en otro país o en su territorio; además exige garantizar el enjuiciamiento de las personas que participen en este tipo de acciones.

El gobierno de Obama ha seguido apoyando el programa de apoyo a los mercenarios para financiar la subversión, y les entregó $ 20 millones de dólares en 2009 y en 2010. Anteriormente, en el año 2007, el legislador de Florida, Lincoln Díaz-Balart (descendiente directo del antiguo dictador Fulgencio Batista), acogió la ayuda aprobada ese año con entusiasmo. “Esta victoria representa un apoyo para la oposición política interna” cubana, señaló. “La ayuda a los opositores no es simbólica sino concreta” añadió. Asimismo, hizo pública una carta de algunos insignes disidentes cubanos, afirmando que la ayuda estadounidense es “vital para la supervivencia de los militantes”.

Radio y TV Martí (de Miami) cuenta al año 2011 con un presupuesto de 32.4 millones de dólares, y emiten a diario ilegalmente, programas sediciosos hacia Cuba con el fin de incitar a la ciudadanía al levantamiento.

Otros 20 millones de dólares destinó EEUU para el 2011 y 2012, para financiar acción callejera en la isla contra la Revolución, propaganda subversiva, damas de blanco y de apoyo, soborno de artistas, de músicos, de escritores, periodistas y blogueros activistas, funcionarios, pastores religiosos colaboracionistas, desarrollo de “presión internacional contra el gobierno cubano para que reforme sus leyes laborales”. También, suministro de equipos con nuevas tecnologías comunicacionales. (Además hay 5 millones programados contra el Presidente Chávez).

También Chile antes del golpe de estado de 1973 venía siendo intervenido, por el imperialismo, que con su mano negra logró imponer el golpe de estado de Pinochet; lo hace hoy contra Bolivia, también contra Nicaragua, y lo denuncia con insistencia Venezuela; en Haiti derrocó al Presidente Aristide, en Brasil a los Presidentes Joäo Goulart y Janio Quadros, en República Dominicana, en Honduras, en México, en Nicaragua, en Guatemala, Panamá, Vietnam, en Camboya, en Haití, en Irak, en Afganistan, en Pakistan, etc..,la injerencia que ha agredido a tantos pueblos (“en nombre de la democracia y la libertad…”), es también la que organizó la invasión a Cuba por Playa Girón, al sur de la Isla, donde EEUU. recibió la primera derrota de la Historia en suelo americano.

Este descaro es un abuso cada vez más agresivo del imperialismo, que moviliza dólares hacia el facismo, reclutando mercenarios, contra el derecho de los pueblos a la autodeterminación.

Entre las actividades violentas de esos grupos se cuentan numerosos sabotajes, grandes pérdidas económicas, contrabando de armas, drogas y personas, realizando acciones criminales en el propio territorio estadounidense y en terceros países. Estos actos administrados desde Florida, desde los primeros días de 1959 y hasta febrero de 2011, han causado a la Isla, la muerte de más de 3.500 personas y un número similar de heridos y mutilados.

Como si esto fuera poco, ahora el gobierno de los EEUU. utiliza a sus representantes diplomáticos en La Habana (Sección de Intereses de EE.UU.) para trasladar dineros, procedentes de organizaciones reconocidamente mafiosas radicadas en el territorio norteamericano, que históricamente han financiado a grupos subversivos en Cuba, e incentivan la asociación ilícita, actividades reiteradamente denunciadas por el Gobierno de la isla pero silenciada por las agencias informativas. Personal diplomático ha sido grabado supervisando acciones callejeras.

La invasión militar directa, la guerra económica, política y diplomática, con el extremismo expresado en su más amplio espectro, incluyendo hasta la agresión bacteriológica, la campaña permanente de calumnias, todo ha sido válido ante las aspiraciones anexionistas, y financiado por el contribuyente estadounidense, aún contra su voluntad.

A solo noventa millas de Florida, los atentados violentos han sido de tal frecuencia y magnitud, que Cuba necesitó imperiosamente en defensa de su pueblo, vigilar desde adentro a ciertas organizaciones de grupos extremistas de Florida como “HERMANOS AL RESCATE”, “ALFA 66”, la “FUNDACIÓN CUBANO AMERICANA” (FNCA), “MOVIMIENTO DEMOCRACIA”, “CONSEJO PARA LA LIBERTAD DE CUBA”, y la seguridad cubana logró infiltrar a dichas organizaciones, para alertar de los planes agresivos en marcha al sistema defensivo de la Isla.

Fue en el cumplimiento de esta misión que cinco patriotas cubanos fueron apresados en EE.UU. Penas extremas de cárcel como resultado de un juicio increíblemente turbio e irregular en sus procedimientos, con desacato a la propia Constitución de ese país aplicaron a Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Gerardo Hernández, Fernando González y René González, quiénes se han hecho conocidos en el mundo como “Los Cinco Héroes”, que desde 1998 cumplen condenas en cárceles del imperialismo, por haber denunciado los actos terroristas contra Cuba, planificados y ejecutados por organizaciones contrarrevolucionarias, desde Miami en Florida.

Hoy son millones de ciudadanos de todo el planeta los que demandan su libertad, dirigentes institucionales, centenares de diputados, jefes de estados, diez premios nobeles, numerosas organizaciones de juristas norteamericanos e internacionales, y destacadas personalidades políticas y académicas de todo el mundo, se han sumado a exigir libertad para estos cinco héroes presos políticos cubanos, condenados injustamente en Miami.
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