El gobierno intentó este martes negociar en forma sectorial con los actores ciudadanos que conforman el movimiento “Aysén, Tu problema es mi problema” y que exigen respeto a sus derechos políticos, económicos y territoriales en la Patagonia occidental, pero la comunidad rechazo esta “mañosa” estrategia planificada desde Santiago. Esto ocurría mientras el vocero de gobierno amenazó con la posibilidad de abrir “diálogos con nuevos interlocutores”. Entonces apareció la patronal SalmonChile, conformada por empresas de Noruega, España y Japón, y empresarios de la industria de la harina de pescado de la Región del Bio-Bio, que comenzaron a operar políticamente apoyando a la desprestigiada Intendenta, Pilar Cuevas, y a los diferentes representante del presidente Sebastián Piñera, que hace días intentan imponer soluciones centralistas a la protesta social de esta zona austral.
Frente al intento de dividir al movimiento el vocero de la ciudadanía de Aysén, Iván Fuentes, afirmó a radio Santa María que “una vez más el Ejecutivo les ha cambiado las reglas del juego, ya que el viernes pasado se acordó reunirse en Puerto Aysén. El acuerdo fue que nosotros nos íbamos a juntar en Aysén el día martes, y que ellos vendrían con un equipo de trabajo de Hacienda y nosotros nos ceñimos al acuerdo que tomamos ese día antes que el ministro se fuera a Santiago y en eso nos hemos ceñido. Nosotros no hemos cambiado la pauta de trabajo”, explicó.
Desde el fin de semana el gobierno, en forma unilateral, cambió las reglas del juego y la reunión del Ministro de Energía con la ciudadanía fue cambiada a tres reuniones sectoriales de Energía, Hacienda y Pesca, lo que no fue aceptado por las organizaciones sociales. Es más, el cuestionado Subsecretario de Pesca, Pablo Galilea, que viajo a la Patagonia, no logró reunirse con ningún sector pesquero involucrado.
La pregunta entonces es: ¿por qué adoptar estas medidas que solo retrasan y dificultan cualquier negociación cuando aún no se logra acuerdo ni siquiera sobre el punto 1, acerca de precios de combustibles? ¿Qué fuerzas en el gobierno dirigen estas maniobras? ¿A dónde se quiere llegar?
Es difícil entenderlo. Como lo es también la forma despectiva con que fue recibida la carta que el Obispo Luis Infanti entregó en La Moneda, siendo este prelado una de las figuras públicas más respetadas de la Patagonia.
El regreso a Santiago del Ministro de Energía Rodrigo Álvarez, el mismo día en que debían iniciarse las conversaciones, hace una semana, permiten pensar que esto es una provocación pensada al más alto nivel de gobierno y es sólo una nueva maniobra para tratar de dividir al movimiento social en la Patagonia.
Sin embargo, la posición de los ciudadanos aparece como muy firme y es de esperar que puedan mantener la cohesión tenida hasta ahora. Pero cuidado, porque como dijo el Obispo Infanti, la crispación existente, puede ser el presagio de otro tipo de acciones con imprevisibles consecuencias.
ROL DE SALMONCHILE
En medio del conflicto, la patronal SalmonChile apareció apoyando al gobierno e intentando transformarse en un actor social más, para inducir una división del movimiento ciudadano. Esta cuestionada asociación de empresarios intenta mediar en una región en la cual tiene a tres empresas que la respaldan: la española Acuinova/Pescanova, la japonesa Salmones Antártica y la chilena Friosur, del cercano a la Democracia Cristiana, José Luis del Rio.
Sin embargo, hay que tomar en cuenta que la principal compañía productora de salmón de capitales chilenos AquaChile, no es parte de SalmonChile, y su propietario, Victor Puchi, que es un habitante de la Patagonia, ha respaldado las demandas de los Ayseninos.
¿La pregunta entonces es, cuál será el rol de SalmonChile en este conflicto de carácter político? Y lo que se ve hasta el momento es que esta gremial conformada principalmente por compañías multinacionales sigue actuando como un operador político en las regiones donde tiene presencia, tal como lo hizo y lo hace en la Región de Los Lagos donde sus acciones orientan mucho de las decisiones de gobierno, parlamentarios y otros sectores económicos.
GOBIERNO ENCERRADO
La protesta social de Aysén ocurre cuando se han cumplido dos años de Sebastián Piñera como Presidente y el gobierno sigue sin encontrar su rumbo. Encerrado y con protegidos actos diarios en el Palacio de la Moneda, se ha perdido el contacto con la ciudadanía que camina esquivando las “rejas papales” en los perímetros del Palacio Presidencial, pero también en cada acto fuera de La Moneda en que asiste el Presidente de la República.
Frente a las encuestas, la vocería de palacio reacciona tarde o mal, buscando enemigos en todas partes y tratando de volcar en los gobiernos anteriores el origen de todos los males.
Cuando se escucha al Ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter, pareciera que estamos otra vez en el tiempo de la Guerra Fría, ya que incluso ha culpado a "ideologías derrotadas en otras partes del mundo", de la masiva protesta ciudadana en la Patagonia.
El domingo en el programa de entrevistas políticas Tolerancia Cero de Chilevisión, Piñera dijo estar "rodeado de maldad", sin entender que, según las encuestas, ni sus propios partidarios lo están apoyando.
Por señalar solamente hechos ocurridos en las últimas horas, que indican la falta de brújula, baste con anunciar la inundación de la ciudad de Punta Arenas. En un nuevo arrebato se envía a la Ministra del Trabajo Evelyn Matthei para ponerse al frente de las acciones, sin que haya aún un Decreto que declare Zona de Emergencia al territorio afectado y otro Decreto que le otorgue poderes especiales y por un plazo determinado a la Ministra.
Entonces Mathei está inhabilitada de actuar ya que no puede dar órdenes a la Dirección de Vialidad, dependiente del Ministerio de Obras Públicas, como tampoco a la Intendencia ni a la Onemi, que dependen del Ministerio del Interior. Menos puede comprarse materiales violando las normas administrativas, ni establecer contratos con privados para realizar cualquier tipo de trabajo público.
Fuente: Radio del Mar
