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Los otros muertos del Conflicto Territorial en la Araucanía

 

Hay muertes que no hacen que el Presidente de la República, ni el General Director de Carabineros viajen de urgencia a la Araucanía. Hay muertes que no tienen ni media página en diarios como La Tercera o El Mercurio, ni 30 segundos en el Canal de Todos. Hay muertos que no valen lo suficiente como para pedir estados de excepción. El asesinato del matrimonio Luchsinger Mackay, los convierte en las víctimas 14 y 15 de esta triste lista que ha dejado el conflicto territorial en la Araucanía. A continuación contamos la historia y el contexto de cada una de estas muertes.

La lamentable lista se inicia con Jorge Suárez Marihuan, hermano del lonko de la comunidad de Malla Malla en el Alto Bío Bío, que fue encontrado muerto el 11 de diciembre de 2001 en la ribera del río Queuco, luego permanecer desaparecido por 6 días. La comunidad denunció una golpiza por parte de un grupo de desconocidos, que habrían actuado en complicidad con la policía. Cerca de ahí, en el sector de Cañicú, habían sido asesinados 5 meses antes los hermanos Agustina y Mauricio Huenupe Pavián. Según el relato del werkén Pedro Suarez, un grupo de colonos habría atacado la casa donde se encontraba una veintena de personas, la mitad de ellos niños. Entraron por la ventana y al encontrarse con Mauricio le disparan. Agustina intenta escapar pero es alcanzada por las balas a metros de la casa. Según el mismo relato, luego de ser asesinada le habrían cercenado los senos. Ningún carabinero se hizo presente, pese a los insistentes llamados de la gente de la comunidad. Tanto Jorge como Agustina y Mauricio eran activos dirigentes a favor de las recuperaciones de terrenos y opositores a la instalación de hidroeléctricas.

Durante un allanamiento ocurrido en 2006 en el sector de Bollilco Grande, Nueva Imperial, fue asesinado el lonko Juan Collihuin Catril por el sargento Luís Mariman. Al lugar llegaron carabineros acompañados por un grupo de civiles, no contaban con orden judicial y ocurrió de madrugada. El año anterior había sido atropellado por un camión forestal Zenén Díaz Necul de 17 años durante un corte de la ruta 5 sur. Hasta ahora nadie ha sido procesado por el hecho. En 2004 fue asesinado en una riña al interior de la Ex Penitenciaria de Santiago Julio Huentecura Llancaleo. Luego de haber sido detenido en Osorno, fue trasladado a Santiago no reconociéndole su condición de preso político. Julio jamás debió ser puesto junto a los reos comunes.

El 28 de marzo de 2009, José Toro Ñanco, de la comunidad Wente Winkul Mapu, se quitó la vida luego de denunciar meses de hostigamiento policial. Según informó la comunidad a través de un comunicado, la fiscalía había solicitado 15 años de cárcel para José por hurto de madera. En esa época, 3 de cada 5 habitantes de Wente Winkul Mapu estaban siendo judicializados.

Lemún, Catrileo y Mendoza Collio

Durante la noche del 3 de enero de 2008, un grupo de 30 comuneros mapuche ingresan al fundo Santa Margarita, de la comuna de Vilcún, que está a nombre de Jorge Luchsinger y es reclamada por la comunidad Llupeco Vilcún.

Al percatarse de la fuerte dotación policial del sector, el grupo comienza a quemar fardos de pasto. Según el audio entregado por la Central de Comunicaciones de Carabineros (CENCO) los comuneros sólo estaban atacando con piedras. Es ahí cuando se escucha la orden, “métele un balazo”. El cabo Walter Ramírez acusa recibo y dispara su subametralladora UZI. Una bala entra por la espalda en el pulmón de Matías Catrileo, estudiante de agronomía de la UFRO. Muere minutos después.

Una vez hechos los peritajes, que confirman que la bala entró por la espalda y no hubo enfrentamiento, se desecha la primera teoría de carabineros, que acusaba legítima defensa. La Fiscalía Militar de Temuco, acusó a Ramírez de “violencia innecesaria con resultado de muerte”. Actualmente Ramírez trabaja en CENCO –la misma central que confirmó su asesinato- de la región de Aysén y recibe asignación de zona.

Seis años antes y en circunstancias similares había sido asesinado el comunero Alex Lemún Saavedra, durante la ocupación del fundo Santa Elisa, propiedad de la Forestal Mininco. El mayor Marco Aurelio Treuer utilizó una escopeta Winchester calibre 12, al igual que en el asesinato de Daniel Menco. En 2009 también resulta muerto Jaime Mendoza Collio, durante la ocupación del fundo San Sebastián por parte de su comunidad. El autor de los disparos, el cabo Patricio Jara Muñoz, alegó legítima defensa, presentando su casco y chaleco antibalas con numerosos impactos de balines. Un informe de la Policía de Investigaciones confirmó que dichos impactos habían sido hechos de manera posterior.

Los otros otros

Durante un allanamiento a la Comunidad Wente Winkul Mapu, el 2 de abril de 2012, muere de un disparo en el cuello el sargento de carabineros Hugo Albornoz. “Primero se habló de emboscada en un camino público, cosa que se ha ido aclarando como totalmente falsa. Se habló de una bala 9 mm, y resultó ser una bala calibre 38, de uso oficial de Carabineros. Se afirmó que policías habían visto a un encapuchado con un arma de puño, ahora se habla de una carabina de largo alcance y francotirador”, dijo semanas después el werkén Daniel Melinao. Tras 9 meses, la muerte de Albornoz aún no ha sido esclarecida, a pesar de que en un primer momento tanto Luis Chamorro, fiscal que era parte de la comitiva -irónicamente, también el encargado de la investigación- como el alto mando de carabineros declararon que las balas provenían de “activistas armados”.

Fuera de la Región de la Araucanía, fue asesinado a tiros Osvaldo Zapata Gutiérrez, cuidador de una parcela del empresario agrícola Eduardo Campos, en el sector Las Vegas de Antiquina, en la comuna de Cañete. Según denunció la pareja de la víctima, que también fue alcanzada por los disparos, al lugar habrían ingresado 5 personas encapuchadas, las que habrían escrito un rayado en favor de los presos políticos mapuche. A través de un comunicado público, la Coordinadora Arauco Malleco negó su autoría en el hecho señalando que “el campesinado chilenos no es ni será un objetivo para las ORT-CAM, es más, los consideramos un sector también oprimido por el sistema político económico imperante, por tanto tenemos un enemigo en común”, rechazando el actuar tendencioso de los principales medios de comunicación. Esto ocurrió en diciembre de 2012. Tres meses antes había sido asesinado en similares circunstancias Héctor Gallardo Aillapán, candidato a concejal por el PS en la comuna de Ercilla. Por el hecho permanecen detenidos tres jóvenes de la comunidad Wente Winkul Mapu. El fiscal Luis Chamorro –otra vez- les imputó los delitos de robo con homicidio en el caso de Gallardo, y de homicidio frustrado y secuestro en perjuicio de familiares de la víctima.

Son en total 15 las personas que han muerto por este conflicto desde el año 2001, personas de distintos orígenes y asesinadas en diversas circunstancias. Todos ellos nos duelen, y todas sus muertes valen lo mismo. La petición de justicia por los Luchsinger Mackay debería ir acompañada de la demanda por verdad en las otras tantas muertes que ha dejado este conflicto, en el que han corrido balas por todas partes, pero que lamentablemente, suelen terminar alojadas en los cuerpos de nuestros hermanos, en esta interminable danza de los muertos pobres.

Por Felipe Gutiérrez

 

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